28 Ago ¿Tienes hambre emocional?
¿Qué es el hambre emocional?
El hambre emocional es una sensación de vacío e insatisfacción que intentamos llenar con comida. Es una sensación urgente y con frecuencia va acompañada de ansiedad.
El hambre emocional aparece cuando hay facetas de nuestra vida que no funcionan y nos hacen sentir emociones a las que no nos queremos enfrentar. Entonces recurrimos a la comida para aliviar estas emociones. Ya te habrás dado cuenta que la comida no ayuda en estos casos, sino que es muy probable que empeore tu estado de ánimo ya que tras haber comido te sientes mal y aparece la culpa.
Durante mucho tiempo utilicé la comida para intentar aliviar mis inseguridades y mis miedos. Esto me llevó a ganar peso y para intentar remediarlo caí en la bulimia. Durante varios años sufrí esta situación sin contárselo nadie. Me sentía muy sola y triste. Y creía que nunca podría salir de ese trastorno. Contarlo me ayudó mucho, y buscar ayuda también.
Puede parecerte que este es un tema tabú pero sin duda es necesario afrontarlo si quieres resolver tus problemas con la comida. Ninguna dieta, ninguna pauta semanal de alimentos y ejercicios van a hacer que consigas cambios duraderos si no resuelves antes las facetas de tu vida que no funcionan. Igual consigues perder algo de peso y comer temporalmente más sano pero si no te enfrentas a lo que te hace sentir mal es muy probable que vuelvas a utilizar la comida para tapar esas emociones no resueltas y vuelvas a ganar peso y a reincidir en tus hábitos poco saludables.
¿Qué puedes hacer? Lo primero es no juzgarte. No hablarte mal. Empezar a quererte. Y no buscar la perfección (que es el motivo número uno por el cual todas fallamos a la hora de conseguir alcanzar nuestros objetivos: o lo hago 100% perfecto o he fallado y todo está mal).
Hoy te voy a dar unas cuantas ideas de cómo empezar a superar tus relaciones conflictivas con la comida. Pasemos a la acción.
Coge un papel y escribe cómo te gustaría que fuera tu vida. ¿Qué quieres en tu vida? ¿Qué necesitas que no te estás dando? Identifica las facetas en las que necesitas cambios. No esperes. Elige la faceta en la que el cambio sea más urgente y ponte a trabajar en ella (puede ser tu relación de pareja, puede ser el aburrimiento, puede ser tu trabajo, puede ser tu autoestima…). Sé valiente y empieza a crear la vida con la que sueñas. Si no cambias nada el resultado será el mismo, seguirás comiendo para llenar el vacío.
¿Te has quedado en blanco? Échale un vistazo a la siguiente lista, a ver si te sientes identificada con alguna de estas facetas:
- Relación con la comida: lo que comes es importante pero igual de importante es cómo lo comes. ¿Comes de pié rápido y mirando el móvil? ¿Comes mirando la tele o la tablet? ¿Comes delante del ordenador mientras trabajas? ¿O corriendo entre un sitio y otro? ¿Te comes lo que les ha sobrado a los niños de su cena? ACCIÓN: Proponte comer sentada, en la mesa y sin distracciones. Sé tú y la comida. Mastica. Saborea y agradece. Elije comidas que te hagan sentir bien y te llenen de energía. Elige alimentos a los que tú les encantes y te hagan sentir querida. Aprende qué alimentos te hacen sentir así. Experimenta, no te conformes con lo que te está haciendo sentir hinchada, cansada, abotargada y desconectada.
- Diversión: ¿Te permites divertirte?¿Está la diversión entre tus prioridades?¿Comes por aburrimiento, porque te aburre tu vida? ¿Te resulta divertido coger un bote de helado o un paquete de papas y comértelo delante de la televisión? Si no te permites momentos de diversión en tu vida lo más seguro es que acabes buscando diversión en la comida. ACCIÓN: Escribe en el papel algo que puedes hacer hoy para divertirte. Y hazlo. La diversión es necesaria. Cuando te diviertes pierdes el interés en la comida como entretenimiento y entonces pasa a ser lo que realmente es: lo que nos nutre para vivir. ACCIÓN: Reserva momentos para tu diversión durante las siguientes semanas. Hazlo YA. No te quedes en el sofá comiendo tú sola. Sal al mundo y vive.
- Relación con tu cuerpo: ¿Te avergüenzas de tu cuerpo?¿Te disgusta?¿Te miras al espejo?¿Te sientes conectada con tu cuerpo? Aunque no lo creas ahora escucha… Tu cuerpo no es culpable de nada, tu cuerpo no es defectuoso. Lo que te va curar es reconectarte otra vez con tu cuerpo, volver a sentirte un todo, volver a sentirte en casa en ese cuerpo que te va a acompañar toda tu vida. Imagina que tuvieras al lado una persona que estuviera todo el día diciéndote: “Estás tan gorda. Estás horrible. Eres idiota. Vaya michelines tienes. Eres un desastre. Tienes un culo y unos muslos enormes…” ¿No te sentirías deprimida? Pues seguramente eso es lo que TÚ te dices continuamente. Y TIENES QUE PARAR. Esta voz no va a desaparecer aunque sigas una dieta o un detox o ayunes 1 año. Tienes que VOLVER A CASA a tu cuerpo y empezar a cuidarla. Piensa en cómo te cuidarías si YA te gustara tu cuerpo y EMPIEZA A DARTE ESOS CUIDADOS HOY. ACCIÓN: Haz algo para cuidar tu cuerpo hoy: date un masaje, hidrátate con aceites esenciales, ve a un SPA…Tu cuerpo es único, enamórate de él. Y es muy agradecido, si empiezas a cuidarlo hoy los resultados no tardarán nada en llegar. No esperes, haz lo que quieres hacer ahora. No esperes a tener un cuerpo más perfecto porque tu cuerpo ya lo es.
- Amor y relaciones personales: ya sean de amistad, familiares o de pareja, esta parte de tu vida es fundamental y si la ignoras te sentirás desconectada y sustituirás esta conexión por la comida. ¿Priorizas tu trabajo o las tareas de la casa frente a tu relación de pareja? ¿Te sientes en sintonía con tus amigos?¿Te sientes sola?¿Cuál es tu rol en tus relaciones? ¿Te entregas?¿Das lo mejor de ti? Ten en cuenta que es mucho más fácil cambiarte a ti misma que cambiar al otro. Relájate, empieza dando lo que quieres recibir y deja espacio de acción y opinión a los demás. ACCIÓN: ¿Qué te parecería planificar una cita con tu pareja, un picnic en el parque o un paseo por tu barrio favorito?
- Trabajo: Si odias tu trabajo vas a comer más de la cuenta. ¿Te estás planteando cambiar de trabajo? El entorno en el que pasas muchas horas es muy importante. Si no te gusta tu trabajo, mientras no puedas cambiarlo intenta mejorar tu entorno. ACCIÓN: Mantén tu oficina ordenada. Lleva algún objeto personal, fotografías, alguna planta, algún póster bonito, algo que te haga sentir realmente bien. Y si ese trabajo no te hace sentir bien empieza a buscar otro.
- Espiritualidad: ¿Te sientes rara e incómoda cuando te hablan de espiritualidad? ¿ Te consideras una persona espiritual y renuncias a esta faceta porque te da miedo que te juzguen o rechacen o porque no está de moda? Tu sentimiento de desconexión puede estar relacionado con esta renuncia. ACCIÓN: Sal a la naturaleza o a una zona verde, siéntate en un entorno bonito. Respira hondo. Maravíllate de lo que te rodea. Reconoce la fuerza universal que crea esas maravillas día a día e intenta conectarte con ella.Nuestro bienestar depende de nuestro estado espiritual tanto como del mental y el físico. ¿estás de acuerdo?
¿Crees que tu vida es horrible porque te sobran 5 ó 10 kilos o porque no tienes el culo y los muslos perfectos? ¿Crees que si pierdes peso todo va a ser más fácil y mejor? No, no es así. Lo más seguro es que tu vida sea aburrida o insulsa, que no te diviertas, o que no te entregues en tus relaciones o no te sientas conectada, o que odies tu trabajo… y eso te hace sentir infeliz y comer para llenar tu vacío.
¿Todavía no sabes por dónde empezar? Entonces haz lo siguiente: La próxima vez que sientas urgencia y ansiedad por comer algo párate un minuto, respira hondo y analiza qué ha disparado esa sensación. Empieza a trabajar por ahí. Un día malo, un momento de ansiedad, un intento de atracón te puede servir para saber lo que no está bien en tu vida. Identificarlo es el primer paso
Recuerda que no tienes por qué hacerlo sola. Puedes buscar ayuda. Si quieres puedes contarme tu caso. Yo estaré encantada de ayudarte.
Con Amor.
Olaya
Posted at 14:38h, 08 septiembreHola, Eva!
Totalmente de acuerdo. Especialmente, en lo absurdo y dañino que resulta el blanco o negro de «o el 100% o nada». Yo, con las dietas, o era una auténtica sargento conmigo misma -y muy rara vez lo conseguí- o me machacaba por haberme tomado una aceituna, sentía que habría fracasado y terminaba abandonando… en fin. Ahora que me trato de una forma muy distinta y todo resulta más sencillo y natural. Es que se trata de eso.. .¿verdad?
Y también comparto contigo que nuestra relación con la comida es el reflejo de lo que nos pasa en otros ámbitos de la vida. Descubrí que el «todo no nada» lo aplicaba también en muchas otras facetas de mi vida.
Observar nuestra relación con la comida es una fantástica manera de conocernos.
Muchas gracias por este estupendo post
Un abrazo,
Olaya
Eva Bargues
Posted at 09:05h, 18 septiembreGracias a ti Olaya por tu comentario. Se trata de eso, de hacerlo todo de una forma sencilla y natural, de querernos y escucharnos, de conectar más con nosotras mismas y menos con las imposiciones externas.
Un abrazo
Evea